Necesitas nutrientes para funcionar. Tu cuerpo usa una gran variedad de estos compuestos químicos en cada momento. Para tener un buen rendimiento en el running antes debes poner más carbohidratos en tu plato como arroz, granos o pasta, porque son lo que prefieren tus músculos cuando quieres ir más rápido.

Durante las carreras consumir entre 30 a 60g los carbohidratos te ayudará a mejorar tu rendimiento. Después de entrenar apoya la recuperación de tus músculos colocando en tu plato carbohidratos y proteínas como carne, pollo o huevos. Consumir grasas no es una buena idea mientras corres, ya que tarda más en digerirse, pero debes incluirlas en tus comidas para completar calorías y consumir ácidos grasos que tu cuerpo no produce. Aguacate, aceite de oliva, nueces y semillas te mantienen saludable.

Si bien requieres gramos de proteínas o microgramos de vitaminas, de líquidos puedes necesitar litros. Y es que el sudor que produces mientras corres y tus pérdidas insensibles catapultan tus necesidades de líquidos, especialmente si entrenas en un medio caluroso.
Así, hidratarte es esencial antes, durante y después de correr. Tu salud y rendimiento lo notarán. Distribuir los nutrientes según tu entrenamiento es clave para correr. Escucha a tu cuerpo y ajusta tu ingesta según tus necesidades.